Cuando era pequeña me contaron una historia, con un príncipe.
No era Azul. Era mi Príncipe. Un Príncipe Violeta.
Mi Príncipe Violeta.
Sí, Me lo creí, pero a lo largo de los años, fui perdiendo la ilusión.
Estuve esperando. Y esperando. Y esperando.
Al final decidí no creer en Príncipes.
La historia comenzaba en un lejano País donde una joven inteligente vivía. Esa era Yo.
Se suponía que yo vivía presa en un castillo. En una torre. Vigilada por 2 Dragones. Encerrada en una habitación Blanca de Cortinas Negras.
Ese príncipe iba a ser tal y como yo deseaba. Iba a ir Vestido de Violeta. Me salvaría de esos Dragones, pero sin matarlos. Iba a ser Alto, Con ESE anillo.
Ahora, después de todos estos años, Conozco un Caballero, Vestido de Violeta, Con ESE anillo.
Creer o No Creer. Esa es la cuestión.
Verte y conocerte. Sin saber quién eres.
Simplemente, un Hombre más?
No. Doy fe de que NO.
Buena entrada ;)
ResponderEliminarGracias, UnoDeTantos :) Pero no mejor que las tuyas =)
ResponderEliminar