Subir a la azotea, donde hay un cuartito, con una cama muuuy antigua...
Acostarte esperando una llamada (no importa si la recibes o no). Cierras los ojos, viendo por última vez todo iluminado, como si de un prado se tratara. Mientas vas cerrándolos poco a poco te centras en esa música de la que se percatan tus oídos, una suave melodía de piano.
Finalmente te has dejado dormir, y en tus sueños lo único que se escucha es ese Piano, sonando segundo tras segundo, cada vez con una melodía mejor.
Después de todo eso, sientes el calor de las mantas, te despiertas, y ves de nuevo el sol. Es entonces, en ese momento cuando te encojes y piensas en el calor de las mantas como si fuera una persona, sin rostro, tan solo sientes su brazo pegándote a él y abrigándote para que no pases frío.
Y es en estas situaciones cuando me doy cuenta de que estoy mimosa.
Tercer día consecutivo, y todo por una Gripe de mierda.... JODER!
Odio la cursilería, tan solo por no poder ser correspondida... =S
No hay comentarios:
Publicar un comentario